Elena Mateu Sánchez

Camino hacia el Yoga

Para poder hablar de mi experiencia y mi inicio en el Yoga, recupero estas palabras que escribí en unas de mis libretas hace ya algún tiempo:

La sensación que experimento con el Yoga es como enamorarse, caer rendida, necesitar la práctica. Es saber que lo he encontrado, que es mi camino en la vida, que es lo que me ayudará y me guiará en todas las situaciones. Es esa sabiduría que honro, es esa apertura que me llena de vida, es ese amor que me hace sentir hacia mí y hacia lo que me rodea. Es VERDAD. Es uno de los grandes amores de mi vida y ya está conmigo.

En ese momento no sabía que iba a ser mamá ni que años después tomaría la decisión de dejarlo todo para dedicarme profesionalmente al Yoga.

Comencé a practicar cuando llegué a Málaga en una sala muy especial junto a la catedral. Tan sólo me movió la curiosidad, y de forma natural empezó a formar parte de mi vida.

Formación y Aprendizaje Continuo

Tiempo después decidí formarme y profundizar, sin ningún tipo de aspiración, tan solo quería aprender. 

El Yoga se convirtió entonces en ese lugar donde escapaba y me refugiaba, ahí me encontraba conmigo misma. Por lo que desde entonces no he dejado de leer, de practicar y de estudiar.

  • Diplomada en Turismo – Universidad de Almería (2008).
  • Instructora de Yoga (300 horas, Iomfit) – Certificación avalada por European Yoga Alliance (2018).

Estudios en Anatomía del Yoga y Psicología del Yoga, comprendiendo la relación entre el cuerpo y la mente.

El Yoga que Comparto

Tras haber experimentado y practicado diferentes estilos de Yoga, siento que sólo se puede acompañar desde la humildad y la verdad que te aporta la  práctica personal. Y la única forma de llegar ahí es abriendo tu esterilla, poniendo tus pies sobre ella y permaneciendo en ese pequeño espacio que se convierte en un reflejo de tu mundo.

Hay que ser constante y estar abierto a las diferentes sensaciones que puedan aparecer. Entonces aprendes a no juzgar, a observar y a darles el espacio que necesitan.

Y desde ahí se va formando el Yoga que comparto, que evoluciona y se transforma con cada clase y con cada persona:

  • Yoga Restaurativo y Terapéutico: Una práctica suave y profunda que ayuda a liberar tensiones, trabajar la movilidad y encontrar calma. Cuando se experimenta un estado de relajación profunda, la recuperación de la salud y el bienestar puede ocurrir en muchos niveles
  • Meditación guiada: En cada clase hay un espacio para sentarnos a meditar, forma parte de la práctica. En ese momento de quietud trabajamos con técnicas somáticas, respiración, pranayama y visualizaciones. Estas técnicas nos ayudan a comprender el cuerpo y la mente, y permitir que se relajen.
  • Reiki y Masaje Metamórfico: Estas técnicas sutiles permiten desbloquear patrones profundos y acompañar procesos de sanación y transformación. Equilibrando la energía y liberando tensión acumulada.
  • Adaptación de la práctica: No hay un solo Yoga para todas las personas, sino que la práctica se moldea a cada necesidad. Escuchar el cuerpo, respetar los ciclos y atender las particularidades de cada momento es esencial durante las clases.

‘‘Conozca todas las teorías. Domine todas las técnicas, pero al tocar un alma humana sea apenas otra alma humana.’’ Carl Jung

Trayectoria y Experiencia

Nunca he tenido una vocación, no la encontraba. Estudié Turismo en la Universidad, trabajé en diferentes lugares, especialmente en el ámbito de la Comunicación y de la Administración, pero nada me llenaba ni me motivaba. Eso me frustró durante un tiempo.

Sin embargo, a día de hoy, agradezco toda esa experiencia que me ha permitido trabajar de cara al público, adaptarme a diferentes lugares y conocerme más a mí misma.

Y sobretodo, gracias a todo eso he llegado a encontrar mi verdadera vocación, la enseñanza del Yoga y el acompañamiento, desde mi experiencia personal y mi inagotable curiosidad.

 

Un Espacio de Encuentro

Y llegó el día en el que todo lo que sentía dentro de mí ya no cabía en mi interior. Y desde un lugar muy lejano a la razón pero muy cercano a la emoción, decidí empezar de cero y abrir mi propio espacio de Yoga, para empezar a crecer desde ahí y aprender con cada clase y de cada persona.

Así nace Brilla, para sostener nuestra nuestra luz y nuestra sombra, y acogernos con calidez y con ternura.

Ha sido mágico crear este proyecto, con la única intención de compartir la práctica de Yoga, de encontrarnos y de permitirnos SER. 

«Mantén la llama de tu curiosidad encendida.»

Te invito a conocer más sobre nuestro trabajo y la comunidad de Brilla Yoga Estudio.

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